Malcom Mister era uno de los primeros
agentes secretos que el gobierno americano envío a Afganistán para poder
averiguar el paradero de los jefes de los talibanes, que durante los últimos
meses había protagonizado numerosos atentados contra objetivos americanos.
Para poder introducirse entre ellos
y no despertar sospechas Malcom llego al país con un permiso emitido por la
cruz roja internacional, como profesor para dar clases de animación y música a
los hijos de los talibanes. Este era el método que pensó el gobierno americano
en colaboración con la cruz roja y el propio Malcom, para poder desarrollar su
papel sin levantar ninguna sospecha.
Desde el primer día Malcom
consciente de que tenía que ganarse la confianza de los niños, para poder estar
más cerca de sus padres y oír las
conversaciones que estos tenían, sobre nuevos planes para atentar contra
objetivos americanos.
Para ello puso en práctica los diferentes
juegos de animación que le permitían moverse por los poblados, jugando con los
niños que desde el primer momento recibieron a Malcom con mucha alegría, porque
hasta ese momento nadie les hacía caso.
Día a día Malcom y los niños se
entendían a la perfección, cantando canciones donde aprendían diferentes movimientos
de animación, así como los juegos que llegaron a despertar el interés de los padres,
que por un instante olvidaban su interés por la guerra y participaban en las
actividades que nuestro protagonista había elaborado de forma detallada, consiguiendo
el objetivo de poder estar con los jefes de los pueblos y conocer de primera
mano lo que pensaban hacer en los próximos meses.
Para poder enviar la información
Malcomo se invento el juego de “palomas mensajeras” que consistía en que los niños de un poblado
escribieran un mensaje para los niños de otro poblado, y que estos al recibir
el mensaje con la paloma escribieran el suyo y contestaran.
Este juego divertía mucho a los
niños lo que provoco que los mayores también quisieran participar. Malcom
aprovecho esta situación para enviar mensajes a otro agente secreto en la
zona informándole de los movimientos de
los talibanes ante nuevos ataques terroristas sin despertar ninguna sospecha.
Durante muchos meses este juego y
otras actividades permitieron al gobierno americano conocer de primera mano
toda la información que había conseguido el agente secreto, no solo del pueblo
en el que estaba infiltrado sino de toda la región, ya que era invitado por los
jefes de las diferentes tribus a poner en práctica los juegos de animación y
canciones para los niños de eso poblados.
Todo el trabajo que el agente secreto
desarrollo fue la forma de que el gobierno americano conociera los planes de
futuro que pesaban llevar a cabo los talibanes contra los americanos. Al final
Malcom supo unir su faceta de agente secreto con la de animador consiguiendo
los objetivos que le había encargado cuando se infiltro para acabar con los
talibanes, que durante muchos año habían sido la “pesadilla” de muchos
gobiernos, y pueblos especialmente el americano que es el que más atentados ha
sufrido.
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